Como en Gran Hermano 2011, los participantes de Soñando por bailar necesitan descargar un poco el aislamiento que viven en el reality. Para eso, las fiestas sirven y mucho.
Pero la última noche en la isla terminó mal. Bebidas alcohólicas robadas de las heladeras del hotel, una cámara rota y otros elementos que utiliza la producción fue el resultado del enojo de los “soñadores”.
Salvo Elías, Christian, Diego y Benjamín, todos estuvieron involucrados en este escándalo que los dejó muy parados. El argumento que presentaron los involucrados fue que se enojaron por la suspensión de una fiesta con karaoke que había organizado la producción y ellos decidieron festejar por cuenta propia.
Dolido por la actitud, José María Listorti se enojó con todos en la isla: “Me siento defraudado porque se burlaron de la producción; los conozco a todos hace años y realmente, no se lo merecen”.
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